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Adoración Nocturna Española

 

Adorado sea el Santísimo Sacramento   

 Ave María Purísima  

 

 

2021

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Temas de reflexión

Enero

 

MANUAL, pág.  XXXI - V. Adorado sea el Santísimo Sacramento…
 

          Reflexiones que nos animen y ayuden a encontrarnos con Jesús Sacramentado y descansar en su Corazón.

         Cada mes daremos algunas pinceladas sobre diversas virtudes que nos ayuden a vivir la media hora de adoración que tanto insistía el Venerable Luis de Trelles, o contemplar cómo las vive el Señor desde el Sacramento; utilizando la Palabra de Dios, el Magisterio, textos de santos u otros autores, y recogiendo cada mes una de las promesas del Corazón de Jesús, acabando con una oración.

ADORAR
 

           El Evangelio nos recuerda lo esencial de la vida del cristiano: “Adorarás al Señor tu Dios y a El sólo darás culto.” (Lucas 4,8).

         Nuestro fundador nos decía en L.L.S. 1890, p.335:

          “Vemos tan claro como la luz del mediodía que tal es nuestra vocación como Adoradores: Orar, meditar, expiar, satisfacer y reparar, interceder y compensar los ultrajes que recibe el Augusto Sacramento”.

         Palabras actualísimas ante tantas profanaciones y que deberíamos tenerlas presentes en todas las vigilias.

         En la “Imitación de Cristo”, tan querida por Don Luis de Trelles nos anima en Libro 4, 17, a incrementar nuestro amor a la comunión y adoración: El alma. 1. Con suma devoción y abrasado amor, con todo el afecto y fervor del corazón, deseo, Señor, recibirte como te desearon en la Comunión muchos santos y personas devotas, las cuales te agradaron muchísimo con la santidad de su vida, y tuvieron devoción ardentísima.
          

        ¡Oh Dios mío, amor eterno, todo mi bien, felicidad interminable! Deseo recibirte con deseo mucho más vehemente y con reverencia mucho más digna que jamás tuvo ni pudo sentir ninguno de los santos.
           

         4. Recibe, Señor, Dios mío, mis deseos y ansias de darte infinita alabanza y bendición inmensa; los cuales te son justísimamente debidos, según la multitud de tu inefable grandeza.
           

         Esto te ofrezco ahora, y deseo ofrecerte cada día y cada momento; y convido y ruego con fervorosa oración a todos los espíritus celestiales, y a todos tus fieles, a que te alaben y te den gracias juntamente conmigo”.

         La preocupación de nuestro fundador, que cada adorador, sea como la lámpara del Santísimo y nos dice en el libro “La Senda Eucarística” pág. 130: “La adoración es sublime si se celebra con toda el alma y con la humildad y cuidado que conviene; sin distracción y con la posible presencia de Dios. Sin estas condiciones, el sacrificio es sólo corporal y, bien que sea meritorio, no alcanza todos sus fines; y el mérito de quien lo hace es relativamente escaso”.

         San Juan Pablo II el 16/06/1985nos enseña la presencia del Corazón de Jesús vivo en el sacramento: “Este Corazón es la maravillosa “condescendencia” de Dios: el Corazón humano que late con la vida divina: la vida divina que late en el corazón humano.
           

         En la Santísima Eucaristía descubrimos con el “sentido de la fe” el mismo Corazón -el Corazón de Majestad infinita- que continúa latiendo con el amor humano de Cristo, Dios-Hombre.
           

         “Casa”, ya que mediante la comunión Eucarística el Corazón de Jesús extiende su morada a cada uno de los corazones humanos.

         “Puerta”, porque en cada uno de estos corazones humanos, Él abre la perspectiva de la eterna unión con la Santísima Trinidad.”

         El mismo Papa en Paray le Monial en 1986 nos anima a esperar que el Señor reúne a través de su Corazón Eucarístico, de donde brotará la civilización del amor: En el Corazón de Cristo aprende el corazón del hombre a conocer el verdadero y único sentido de su vida y su destino, a comprender el valor de una vida auténticamente cristiana, a guardarse de ciertas perversiones del corazón, a unir el amor filial a Dios con el amor al prójimo. De esta forma ‐ y esta es la verdadera reparación que pide el Corazón del Salvador ‐ sobre las ruinas acumuladas por el odio y la violencia podrá ser construida la civilización del amor tan deseada, el reino del Corazón de Cristo”.

         De las promesas del Corazón de Jesús a Santa Margarita M.ª de Alacoque: “A las almas consagradas a Mí Corazón les daré las gracias necesarias para llevar adelante su misión en la vida conforme a su vocación”. “Los nombres de los apóstoles del Sagrado Corazón estarán escritos con letras de oro en este Divino Corazón y permanecerán en su recuerdo”.

         “¡¡Reinaré por medio de Mí Corazón!!” “Yo reinaré a pesar de mis enemigos y de cuantos se opongan a ello.”

         Que todos los textos nos ayuden a adorar en espíritu y verdad al Corazón Eucarístico de Jesús y pedirle con el salmista: “Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben”. (Salmo 66).

         Pidamos al Señor que se incrementen los corazones adoradores a su Corazón Eucarístico.

PREGUNTAS:

  1. ¿Soy consciente de que el fin del hombre y de la sociedad es adorar a Jesucristo en el Sacramento para que venga el reino de su paz?
  2. ¿Cómo vivo en mi vida personal, familiar… la adoración a Jesús Sacramentado?
  3. ¿Qué actos de adoración interna y externa podemos fomentar en nuestro turno?

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         Acabamos con la Oración que enseñó el Ángel a los pastorcitos de Fátima:        

         “¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman! “.