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Adoración Nocturna Española

 

Adorado sea el Santísimo Sacramento   

 Ave María Purísima  

 

Vigilia de la A.N.E.
PRESENTACIÓN de adoradores

 

Señor Nuestro Jesucristo

(Adviento, pág. 296 del Manual)
De rodillas
Lector:

    Señor nuestro Jesús

    Tu apóstol Pablo nos dijo: "Cada vez que coméis este Pan o bebéis este Cáliz, anunciáis la muerte del Señor, hasta que él vuelva" (1Cor 11,16). La Eucaristía que adoramos es, pues, recuerdo, banquete y anuncio.

    La maravillosa realidad de tu presencia nos recuerda la salvación que nos trajiste y alimenta nuestra esperanza en la salvación definitiva que aguarda.

    Por eso, en esta noche de este tiempo de Adviento, nuestra Vigilia será de acción de gracias anticipadas por el encuentro final que esperamos.

    Estamos contigo ya. Sabemos que tu promesa no falla. Si tu venida nos encuentra vigilantes, estaremos contigo eternamente. Tu palabra resuena como un mandato: "Esperad aquí y velad conmigo" (Mt. 26.38). Nuestra Vigilia de esta noche quiere ser expresión de un propósito: Viviremos vigilantes todos los días de nuestra vida en espera del encuentro final.

    Tu Iglesia, peregrina en la Tierra, vive esperando tu segunda venida. El mundo, con sus promesas de felicidad engañosa y pasajera, trata de separarla del camino recto. Por eso, en nombre de ella, te presentamos nuestras peticiones:

    Con nosotros oran también la Virgen Santa María, madre de la Iglesia y madre nuestra, su esposo san José, S. Pascual Bailón, S. N (titular del Turno), todos los ángeles y los adoradores que nos han precedido y están contigo en el cielo. Por su intercesión y la fe de tu Iglesia, nos dirigimos a ti, Jesucristo Señor nuestro, que vives y reinas con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo, y eres Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

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La Vigilia de la Adoración Nocturna es esencialmente una Vigilia de oración y adoración centrada en la Eucaristía, en nombre de toda la Iglesia. Nunca podrán faltar en nuestras vigilias: la oración personal y la oración litúrgica comunitaria que nos vincula a la Iglesia. 

La Liturgia de las Horas es la oración que la Iglesia, en unión con Jesucristo, su Cabeza, y por medio de Él, ofrece a Dios. Se llama de las horas porque se efectúa en los principales momentos de cada día, que así es santificado junto con la actividad de los hombres (Laudes al comenzar el día; Vísperas al caer la tarde, Completas al acostarse...).

El Oficio de Lectura, desde los primeros siglos de la Iglesia, era la oración nocturna de los monjes mientras los hombres descansan; la alabanza y la oración del Señor no debe interrumpirse ni durante la noche.