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Adoración Nocturna Española

 

Adorado sea el Santísimo Sacramento   

 Ave María Purísima  

 
 

 XXXI

PEREGRINACIÓN A FÁTIMA de la A. N. E.

 

 

CRÓNICA DE LA XXXI PEREGRINACIÓN A FÁTIMA

 

 

       Los días 29 y 30 de abril, y 1 de mayo, la Adoración Nocturna Española peregrinó al Santuario de Fátima, en el Centenario de las Apariciones. Como es sabido, estas peregrinaciones surgieron para pedir por los sacerdotes y por las vocaciones sacerdotales y religiosas.

       Hace ahora cien años que la Virgen María se apareció por primera vez, el 13 de mayo de 1917, en Cova de Iria, a los niños portugueses Lucía, Jacinta y Francisco, rogándoles que rezaran a diario el santo Rosario por la paz del mundo.10
Era un momento crucial de la historia, en plena Primera Guerra Mundial, que acabaría al año siguiente, y el mundo se encontraba en una situación crítica, motivada en gran medida porque el hombre había dado la espalda a Dios. En la segunda aparición, el 13 de junio, la Virgen les anunció a Jacinta y a Francisco que se irían con Ella al Cielo en poco tiempo, pero que Jesús quería servirse de Lucía para hacerse conocer y amar.

       En la tercera aparición, el 13 de julio, la Virgen mostró a los niños el infierno, y les pidió de nuevo que no dejaran de rezar a diario el santo Rosario. En la cuarta aparición insta a los niños a rogar por los pecadores, y en la quinta, a petición de Lucía, cura a algunos enfermos. En la sexta y última aparición se produce el milagroso fenómeno del sol que gira sobre sí mismo como una rueda de fuego, hecho que fue presenciado por unas setenta mil personas.

       La Peregrinación de este año del Centenario se inició el sábado, 29 de abril, con la celebración de una Misa solemne, presidida por el obispo de Orense, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. José Leonardo Lemos Montanet, en la “Capelinha” de las Apariciones, y concelebrada por cerca de un centenar de sacerdotes. Al inicio de la Misa, tres niños ataviados de Videntes realizaron una breve representación sobre las apariciones de la Virgen. En su homilía, el Sr. Obispo hizo un breve resumen del Evangelio de la Misa, donde se narra el encuentro de Jesús con dos discípulos, camino de Emaús, señalando que Jesús siempre camina a nuestro lado, aunque a veces nos cueste entenderlo, e invitó a todos a vivir la presencia de Dios en nuestras vidas. A las 21:30 horas se rezó el santo Rosario de antorchas, acto muy emotivo y que reunió a muchos peregrinos en la explanada del Santuario, en una manifestación llena de recogimiento y devoción.

       El domingo, 30 de abril, a las 10:00 horas, y siguiendo el Programa Oficial del Santuario, se celebró la Procesión por el Altar del recinto, la santa Misa del Peregrino, y la Procesión del “Adeus” (Adiós), con el tradicional y emotivo flamear de pañuelos. A las 15:00 horas hubo un Concierto Polifónico Mariano, en el Centro Pastora Paulo VI, a cargo de la Polifónica Stella Maris, que nos regaló un precioso recital mariano. A las 17:30 horas, y de nuevo según el Programa Oficial del Santuario, se celebró la procesión eucarística, en la que estuvieron presentes un gran número de banderas de la Adoración Nocturna Española, y en la que algunas damas españolas iban ataviadas con mantilla. A las 19:15 horas se celebró la santa Misa en la “Capelinha”, igualmente presidida por el Sr. Obispo de Orense, y la jornada concluyó con el rezo del santo Rosario y la Procesión de antorchas. A partir de las 23:00 horas, en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, se celebró la Vigilia de Adoración, presidida también por el Obispo de Orense.

       La Peregrinación concluyó el lunes, 1 de mayo  con la celebración de la Eucaristía en la “Capelinha”, presidida por el Sr. Obispo de Orense. A continuación, algunos grupos emprendieron el viaje de regreso a sus lugares de origen, mientras otros permanecían todavía esa jornada en el Santuario, visitando Aljustrel y realizando el Via Crucis hasta el Calvario húngaro.

       Nuestra Peregrinación ha tenido el sentido de preámbulo y de preparación personal para el gran acontecimiento de los actos del 12 y 13 de mayo, en los que ha acudido el Papa Francisco, como peregrino, para celebrar el Centenario de las Apariciones de Nuestra Señora del Rosario de Fátima y canonizar a los pastorcitos, Francisco y Jacinta. Todos los que tuvimos la dicha de participar en la XXXI Peregrinación, regresamos a nuestras casas llenos de amor a nuestra Madre la Virgen y a su Hijo, Jesús, nuestro Redentor y Salvador.